Los expertos advierten sobre los riesgos para la salud de la presencia de este parásito en parques y colegios
La 'Hyalomma' es especialmente activa entre abril y julio, cuando busca sin parar posibles huéspedes. Lo más destacable de estos ejemplares es su facilidad de movimiento y adhesión. Y su mayor riesgo, nadie lo duda, la potencialidad para transmitir enfermedades graves como serían la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
La presencia de la 'Hyalomma' en Cataluña ha aumentado debido al aumento de las temperaturas y especialmente a la cada vez mayor presencia de animales salvajes como los jabalíes, cada vez más acomodados en el entorno metropolitano, o los conejos, que a día de hoy suponen un problema para los campos catalanes. Ambas especies son perfectos huéspedes para la garrapata, que puede pasar fácilmente a los curiosos que pasean por sus bosques.
«La dispersión de esta garrapata está siendo muy rápida, en algunos municipios está presente incluso en parques públicos, jardines y patios de escuelas; con importantes efectos potenciales para la salud humana», explica a La Vanguardia Carlos Pradera, experto en control de plagas, técnico de Anticimex 3D Sanidad Ambiental SA y coautor de los estudios de 2022 y 2024 sobre la 'H. lusitanicum' en Cataluña, junto a Agustín Estrada-Peña, consultor externo del Ministerio de Sanidad y profesor de la Universidad de Zaragoza.
Los autores del informe señalan la inacción de las autoridades de salud pública en el problema. «Dos años después de haber mostrado el problema creciente de 'H. lusitanicum' en Cataluña, no hemos visto avance en las autoridades de la salud pública», precisan en el informe, consultado por ABC. Y recuerdan que «se trata de una garrapata que puede ser responsable de la circulación, amplificación y transmisión de determinados patógenos (para los que aún no existen datos representativos) con el consiguiente problema, actualmente ignorado, para la salud pública». «En su momento, apuntábamos que se debería iniciar un programa de monitorización para conocer la distribución de esta y otras garrapatas, al menos a nivel regional; aunque a nivel estatal sí se ha iniciado su estudio mediante el Proyecto GARES del Ministerio de Sanidad, la escala de este proyecto impide que se muestreen en profundidad las diferentes zonas de interés (o riesgo para los humanos) en una región», concluyen.
Los expertos avisan de que no existe ninguna fórmula mágica para esquivar estos bichos e inciden en que acudir al campo con pantalones largos y camisetas de manga larga, así como calzado tapado y adecuado siempre pueden contribuir a dificultar que la garrapata se pegue a la piel. Los repelentes autorizados también pueden ser de ayuda.