msn.com Paz Pineda

Este invertebrado marino ha obligado a cerrar algunas playas de España, poniendo en alerta a científicos, pescadores y bañistas.


El mar Mediterráneo se enfrenta a una nueva y creciente amenaza: la proliferación del gusano de fuego (Hermodice carunculata). La creciente preocupación de la comunidad científica, sumada a la del sector pesquero y, como no, a los bañistas que frecuentan sus aguas, ante la presencia de esta especie invasora ha puesto el foco de atención en su principal causante: el aumento de la temperatura del agua.

Este organismo marino, conocido por sus colores brillantes y cerdas urticantes, ha encontrado un entorno favorable para expandirse debido al incremento de la temperatura del mar en los últimos años debido a los innegables estragos que el cambio climático provoca en los océanos.

Las olas de calor de los últimos veranos han creado condiciones ideales para la reproducción masiva del conocido como gusano de fuego, especialmente en regiones como Sicilia, Apulia y Calabria en Italia.

Pero no es una situación es exclusiva de este país europeo, ya que se ha confirmado su presencia en otras áreas, incluido el Atlántico, particularmente en las islas canarias, donde la Red de Observación del Medio Marino en Canarias ya ha reportado 219 avistamientos recientes. Pero también en el mar Mediterráneo la proliferación del gusano de fuego ya es más que evidente.

No hace tanto tiempo era muy extraño ver a estos organismos en el mar, sin embargo, el devastador efecto en los ecosistemas marinos debido al cambio climático ha favorecido la propagación de este peligroso invertebrado del mar que ya ha obligado a cerrar alguna playa española.

Peligros en el ser humano

El contacto con las cerdas urticantes del gusano de fuego puede provocar una sensación de ardor similar a la picadura de una ortiga, acompañada de edemas, picazón y fiebre, de ahí su 'apellido' de fuego. En los casos más graves, el dolor puede extenderse, causando entumecimiento en las extremidades y requiriendo tratamiento médico con cortisona.

Un problema que afecta especialmente a pescadores y buceadores, quienes son más propensos a encontrarse con estos organismos en su entorno natural, pero también a los bañistas que frecuentan estas zonas. Diferentes estudios recalcan las sustancias irritantes que estos gusanos producen, destacando la gravedad de los síntomas que pueden causar.

El rápido crecimiento del gusano de fuego ha llevado a las autoridades, especialmente las italianas debido a la gravedad de la plaga, a lanzar campañas informativas para alertar a la población local y a los turistas sobre los peligros de estos organismos. A pesar de que en España aún no es un fenómeno del que la población conozca mucho, comienza a ser un asunto preocupante para todos.

Impacto ambiental

Además de su impacto en la salud humana, el gusano de fuego representa una amenaza significativa para los ecosistemas marinos. Su condición carnívora afecta principalmente a la pulpa de los corales pétreos, corales blandos, anémonas y pequeños crustáceos. 

Esto supone un riesgo la biodiversidad de las áreas afectadas. Las autoridades han enfatizado la importancia de proteger estos ecosistemas y han implementado medidas para monitorear y controlar la propagación de esta especie invasora.

Cómo identificar al gusano de fuego

El gusano de fuego es un poliqueto marino de la familia Amphinomidae. Su cuerpo segmentado puede alcanzar hasta 15 centímetros de longitud, aunque existen algunos ejemplares de mayor tamaño.

Se distingue por intensos colores, que van desde el rojo hasta el verde y marrón oscuro. Estos colores no solo son llamativos, sino que también advierten de su peligrosidad, ya que sus cerdas blancas pueden causar irritaciones extremadamente dolorosas.

Su reproducción es externa, con las hembras emitiendo un brillo verde fosforescente para atraer a los machos, quienes responden con destellos de luz. Los huevos fertilizados se desarrollan en larvas trocóforas que se integran al plancton.

Esta especie de invertebrado marino se encuentra en diversos mares del mundo, incluyendo el océano Atlántico, el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el golfo de México o el Caribe. Su hábitat natural incluye arrecifes de coral, rocas, praderas de posidonia y áreas arenosas o fangosas, generalmente a profundidades de hasta 40 metros.