El próximo viernes día 29 a las 19 h, se inaugura en el Centro de Interpretación, Documentación y Estudios de la Guerra Civil de Robres, que gestiona la Comarca de Los Monegros, una muestra fotográfica que documenta la presencia en España de las unidades fascistas italianas integradas en el Cuerpo de Tropas Voluntarias, CTV.
La exposición, en la que se presentan más de doscientas fotografías, ha sido organizada por el Gobierno de Aragón a través del programa Amarga Memoria que dirige la Consejería de Educación y Cultura. El comisario de Francone. La mirada de Mussolini en la guerra de España es el periodista y escritor Víctor Pardo Lancina.
Michele Francone, un piamontés en la Littorio
Michele Francone nace en Bosconero (Turín) el 2 de marzo de 1913. A los 14 años comenzó a trabajar en una fábrica de componentes metálicos, aunque no abandonó el interés por el estudio al tiempo que abonaba una incipiente y ya intensa afición tanto por la música como por la fotografía, actividades artísticas que no dejó de cultivar en su corta vida. En 1932 se presenta como voluntario en Vercelli, en el I Regimiento del Cuerpo de Ingenieros Minadores y Cavadores, alistándose por dos años, si bien al final del período renovó el contrato y obtuvo el ascenso al grado de sargento. Participó en la campaña italiana en África oriental, interviniendo en las etapas cruciales de la conquista de Etiopía.
Ascendido a sargento mayor, Francone embarcó el 21 de septiembre de 1937 en el puerto de Gaeta con rumbo a Cádiz, a donde llegó cinco días más tarde. En España quedó agregado a la División Littorio, Batallón de Ingenieros, III Compañía de Telegrafistas del Corpo Truppe Volontarie (CTV). Destinado al Frente Norte, interviene en la toma de Gijón antes de ser enviado a tierras aragonesas. Por su cámara fotográfica, de la que nunca se separa, desfilan los paisajes de Zuera, Villanueva y San Mateo de Gállego, así como los perfiles del Pilar zaragozano. La vida en las trincheras, la reconstrucción de puentes y comunicaciones o las circunstancias de la retaguardia componen el inmenso archivo Francone tomado en la Guerra Civil española, más de 2500 imágenes.
Intervino en la batalla de Aragón durante el mes de marzo de 1938, también en la ofensiva del Ebro y en la de Levante. Antes de emprender la campaña de Cataluña y asistir al final de la contienda, pasó temporadas de descanso en La Rioja y en Álava, lugares ampliamente fotografiados por Francone, como también lo fue más tarde Alcoy, donde además y como director de la banda de música de su unidad, entabló amistad con músicos locales.
Repatriado el 31 de mayo de 1939, dos meses después del final de la guerra, desembarca en Nápoles y participa en los desfiles presididos por Mussolini.
A finales de 1941, ascendido a alférez, y en el fragor de la Segunda Guerra Mundial, fue destinado con la IV Armada a las operaciones militares en Alta Savoia. El 1 de marzo de 1945, durante un ejercicio táctico y en circunstancias nunca aclaradas, el estallido de un cañón le produjo gravísimas heridas que provocaron su muerte pocos días después, el 6 de marzo de 1945 en el hospital civil de Tortona, dejando a su esposa Ada viuda con 29 años y dos hijos pequeños, Giancarlo y Vittore.
El legado fotográfico de Michele Francone conforma una colección de enorme valor documental, toda vez que permite conocer las actividades del CTV en la Guerra Civil, a través de la mirada de uno de sus integrantes.
La batalla de Aragón
Con la conquista de Alfambra el 4 de marzo de 1938, Franco dio por concluida la batalla de Teruel, preparando la gran ofensiva sobre Cataluña y el Mediterráneo, la que se ha dado en llamar batalla de Aragón, basando la estrategia en tres frentes determinados por el río Ebro.
La primera fase, que dio comienzo el 9 de marzo, se dirigió al sur y supuso la toma de Belchite, la ruptura del frente al sur de Zaragoza y la conquista el día 14 de Alcañiz, Calanda, Escatrón e Hijar, llegando a Caspe y Alcorisa el 17, dando por concluida la operación.
La segunda ofensiva, a partir del día 22, se dirigió al norte del Ebro, atravesando el río por Quinto. Las posiciones al norte y sur de Huesca cayeron en poder de las tropas de Franco que acababan con el largo cerco republicano a la ciudad el día 23. El 27 llegaron a Fraga y cruzaron el río Cinca, con lo que se pudo dar por concluido el segundo capítulo de la batalla. En el frente pirenaico resistía la 43 División republicana, protagonizando el episodio conocido como La Bolsa de Bielsa.
El último período de la batalla de Aragón llevará a las tropas rebeldes desde el Segre hasta el Mediterráneo, hecho que tuvo lugar el 15 de abril, cuando el Cuerpo de Ejército de Navarra al mando del general Camilo Alonso Vega ocupa Vinaroz y Benicarló, interrumpiendo además las comunicaciones republicanas entre Cataluña y Levante.
El Cuerpo de Tropas Voluntarias intervino intensamente en todas las acciones de la importante batalla.
La ayuda de Mussolini a Franco
La política expansionista del fascismo italiano y el interés de Mussolini por controlar el área mediterránea, obstaculizando la influencia francesa y oponiéndose frontalmente al Gobierno republicano, así como la necesidad de poner a prueba su maquinaria bélica, llevaron al Duce a tomar la determinación de involucrarse en la Guerra Civil española. Ni el Comité de No Intervención, ni las denuncias de injerencia por parte de otros estados adscritos a la Sociedad de Naciones, paralizaron el envío de ayuda italiana a Franco iniciada a finales de julio de 1936.
El número de soldados italianos presentes en España se sitúa en torno a los ochenta mil, de ellos algo más de la mitad pertenecían al ejército de tierra, otros treinta y dos mil a la milicia y casi seis mil -pilotos y personal auxiliar- a la aviación. La fórmula jurídica adoptada para evitar complicaciones diplomáticas fue una típica invención del «Genio itálico»: el Corpo Truppe Volontarie, esto es, el Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV), una cómoda etiqueta utilizada para no comprometer oficialmente al Estado italiano.
Mussolini aportó al ejército sublevado: 42 submarinos, 13 cruceros, 22 destructores, 759 aviones, 157 tanques, 1801 cañones, 1426 morteros, 3436 ametralladoras, 6791 vehículos de combate, 320 millones de cartuchos y 77 millones de proyectiles de artillería. En la campaña española perdieron la vida 3819 italianos, siendo heridos no menos de once mil. El CTV, que fue derrotado y castigado muy seriamente en Guadalajara, obtuvo resonantes victorias en en frente del Norte, en Málaga, en la batalla de Aragón y en Cataluña, entrando triunfalmente en una Barcelona casi desierta el 21 de febrero de 1939. Tras participar en Madrid en el desfile de la victoria, los italianos fueron repratiados en abril y mayo de 1939.
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